Decía un tipo que no recuerdo que «el éxito deja huellas, pero la mayoría no las sigue porque están demasiado ocupados inventando ruedas cuadradas» .
Y tiene razón.
Mira a tu alrededor. Empresas mediocres compitiendo en precios hasta que se destruyen a sí mismas. Otras, llenas de humo y buenas intenciones, agonizando en un caos de estrategias sin sentido.
Pero luego están las otras .
Las que crecen sin frenos .
Las que parecen tener un imán para los clientes y los euros .
Las que te preguntas «¿cómo hacen los cojones?»
Respuesta: embudos de marketing efectivo.
Y no, no te hablo de cosas sofisticadas. Te hablo de tener un sistema .
Un sistema que atrae , calienta y convierte clientes como una fábrica bien engrasada. ⚙️
Porque sin embudos:
- Sigues persiguiendo clientes como un vendedor de enciclopedias de los 90.
- Sigue escuchando el «me lo pienso» hasta que el cliente se lo piensa tanto que muere de viejo.
- Sigues desperdiciando tu tiempo y tu dinero mientras otros, con menos talento que tú, te adelantan por la derecha. ️
Lo peor de todo es que esto no tiene nada que ver con suerte , ni con magia , ni con que tu competencia sea «hijo de papá» .
Tiene que ver con que hay métodos probados que convierten desconocidos en compradores. Y si no las aplicas, estás dejando pasta sobre la mesa .
La buena noticia es que entenderla no requiere un máster .
Te lo cuento aquí, sin tonterías:
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Hazlo, o sigue esperando a que tus clientes lleguen por arte de magia.
Yo qué sé, igual eres de los que creen en unicornios.