Según el Informe de la patronal de Consultoría, Fenac, el 58,2% de la población activa en España, equivalente a casi 13,5 millones de trabajadores, no tiene formación acreditada para el empleo que desempeña, mientras que el 33,5% de la población adulta (12,8 millones de personas) no dispone de la enseñanza obligatoria.
Las cifras, que no son nada halagüeñas, ya han provocado las primeras reacciones en el colectivo empresarial haciendo que se alcen numerosas voces al respecto.
En este sentido, hay quien ha advertido que resulta realmente preocupante la existencia de colectivos, numéricamente importantes, con baja o nula cualificación.
Como vía de escape a esta situación, y para ser tenido en cuenta en un mercado laboral tan cambiante como el actual, es necesario mantener viva la cualificación, adquirir nuevas competencias y ser capaz de cambiar a nuevas ocupaciones.